ＥＮＴＲＡＤＡ ＥＳＰＥＣＩＡＬ：Nadd y Anna en París ♥

Nunca creí que llegaría el día en el que les contaría que tuve la oportunidad de ir a Europa. Todo me parecía tan lejano e imposible. Y eso lo pueden leer en una entrada que publiqué hace ya varios ayeres, en donde (si mal no recuerdo) comentaba que parecía que todos los que me rodeaban podían cumplir mi sueño e ir a París, pero que para mí iba a ser imposible y bla bla bla *agreguen todos los pensamientos sad que se puedan imaginar*. También me acuerdo que mientras escribía esa entrada era un mar de llanto y mocos que no tienen idea.

PAUSA: Tuve que buscar esa entrada y les juro que volví a llorar igual o más que el día en que la escribí. Eso fue mucho para mi corazón. Aquí les dejo el LINK.

Pero justo ahora, después de algunos años, tengo la fortuna de compartir con ustedes esta aventura.

Comenzando con que París fue el destino que estuvo justo en medio del viaje. Me refiero a que estaba a mitad del itinerario, ya que recorrimos más lugares de Europa. El tour fue algo así: España, Italia, Mónaco, El Vaticano, Francia, Suiza y Alemania .

Y a pesar de que muchos de esos lugares fueron un completo sueño, mi tirada más grande era París, porque (muchos ya lo deberían saber) Anna and the french kiss es mi libro favorito y tenía que conocer los lugares por donde Anna y sus amigos desarrollaron su historia.

Sólo estuve un día y medio y sentí que me faltó tiempo para disfrutar la Ciudad de la luz como debería, pero al menos tuve esta experiencia y siento que no le pude pedir más a la vida. 

Bueno, comencemos con el booktour... O alago así.

ℙ𝕣𝕚𝕞𝕖𝕣𝕒 ℙ𝕒𝕣𝕒𝕕𝕒: 𝕊𝕒𝕚𝕟𝕥-É𝕥𝕚𝕖𝕟𝕟𝕖-𝔻𝕦-𝕄𝕠𝕟𝕥

Capítulo 8, página 97.

     -  Oh! ¡Tienes que ver esto primero!                                                                                                   Agarra mi brazo y me empuja a través de la calle un motociclista enojado hace sonar su claxon enfurecido, me río.                                                                                                                            -    Espera, ¿Qué...?
Y entonces se me va el aliento. Estamos parados en frente de una bestia absoluta de Catedral. Cuatro gruesas columnas sostienen una fachada gótica de la imposición de  estatuas, rosetones y tallas intrincadas. Un campanario delgado se extiende hasta el final en la negrura del cielo nocturno.
-    ¿Qué es esto?- Susurro. - ¿Es famoso? ¿Debería conocerlo?
-     Es mi Iglesia.
-    ¿Vas a la iglesia aquí?
 Estoy sorprendida. No parece el tipo de chico que va a la iglesia.                                                       -  No.- Asiente con la cabeza hacia una inscripción tallada en piedra, indicando que lo lea.          -    Saint Étienne-Du-Mont, ¡Hey! Saint Etienne.

Cuando llegué (después de caminar hacia arriba, donde por cierto, terminé cansada) y vi la inscripción, casi me pongo a llorar.

No saben la cantidad de veces que lo imaginé, aunque resultó no ser como mi cabeza quería. Sino que es un lugar mucho más bonito de lo que creen. Durante años me imaginé conociendo esa iglesia y al FIN estar ahí, simplemente no podía. Todo estaba sucediendo muy rápido y mi mente y corazón no lo podían creer. 

Obviamente entré y (aunque no soy muy creyente de la iglesia y todo eso) di gracias por darme la oportunidad de visitarla.

Mientras estoy haciendo la entrada y veo las fotos, simplemente no lo puedo creer. 

A pesar de nunca haber estado ahí, esta iglesia significa un sueño. Uno gigante.

No tengo palabras que describan el sentimiento que me genera saber que al fin estuve de pie ahí. 

𝕊𝕖𝕘𝕦𝕟𝕕𝕒 ℙ𝕒𝕣𝕒𝕕𝕒: ℕ𝕠𝕥𝕣𝕖 𝔻𝕒𝕞𝕖

Capítulo 8, página 102.

Doblamos en una esquina y ahí está: el Río Sena. Las luces de la ciudad se reflejan en las ondas del agua. Me quedo sin aliento. Es magnífico. Las parejas pasean por la orilla del río y los vendedores de libros han alineado sucias cajas de cartón de libros de bolsillos y revistas viejas para que les eches un vistazo. Un hombre con barba pelirroja toca la guitarra y canta una canción triste. Escuchamos por un rato, y cuando termina, St. Clair deja unos cuantos euros en la caja de la guitarra del hombre. Y entonces, cuando estamos dirigiendo nuestra atención de nuevo al río, la veo.
Notre Dame.

           

Esta catedral es monstruosa, aunque con esa vista se reducía su esplendor.

En esta parte del libro, St. Clair lleva a Anna al punto cero que se encuentra justamente al frente de la catedral. Sin embargo, por lo ocurrido hace algunos meses, todo ese espacio se encuentra protegido. Así que sólo me quedé con la vista que se ofrece desde el puente.

Aunque después de esa visita, les juro que volveré a pedir mi deseo en el Punto Cero.

𝕋𝕖𝕣𝕔𝕖𝕣𝕒 ℙ𝕒𝕣𝕒𝕕𝕒: 𝕃𝕒 𝕋𝕠𝕣𝕣𝕖 𝔼𝕚𝕗𝕗𝕖𝕝

Capítulo 10, página 117.

He estado en Francia por un mes, y aunque he subido por los elevadores a la punta de la Torre Eiffel (Mer subió conmigo mientras St. Clair y Rashmi esperaban abajo en el césped, St. Clair porque tiene miedo de caerse y Rashmi porque se rehúsa a hacer algo turístico).

¿Qué les puedo decir?

Una noche antes a esta foto fue cuando la vi por primera vez.

Cuando iba camino a ella, no pude evitar llorar (seguramente creen que me lo pasé llorando toda mi estancia en París. Pues déjenme decirles que están en lo correcto :v ah. Bueno, no tanto así, sólo unas cuantas lagrimas) porque estaba frente a la estructura que caracteriza esta Ciudad.

Durante el día, mientras tomábamos estas fotos, la vibra fue completamente diferente al de la noche anterior. 

No podía dejar de sonreír.

ℂ𝕦𝕒𝕣𝕥𝕒 ℙ𝕒𝕣𝕒𝕕𝕒: 𝕃𝕖 ℂ𝕙𝕒𝕞𝕡𝕠

Capítulo 10, página 119. 

Respiro profundamente para calmar mis nervios. Es ridículo lo difícil que puede ser hacer una pregunta cuando la respuesta significa tanto.

- ¿Quieres ir al cine? Están mostrando Sucedió Una Noche en Le Champo.

Que no haya salido de la residencia no significa que no haya estudiado minuciosamente la gloriosa cartelera de los cines de París.

- ¿Están mostrando eso? Y no voy a decirte lo mal que pronunciaste el nombre de ese cine.

Le Champo no está tan lejos de Saint-Étienne-Du-Mont, son como dos cuadras a la izquierda. Pero tomen en cuenta que son cuadran gigantes :'v la verdad es que íbamos un poco rápido, ya que queríamos ver más lugares de París.

Bueno, el punto es que al llegar ahí algunas personas me vieron como si estuviera tonta por admirar la fachada de un cine.

Pero este cine  es testigo de muchas cosas en el libro, es por eso que estaba tan emocionada. No entré porque había gente y lo más probable es que se me saliera un grito de gorda fan. Mejor dejar todo así :v

ℚ𝕦𝕚𝕟𝕥𝕒 ℙ𝕒𝕣𝕒𝕕𝕒: 𝕊𝕙𝕒𝕜𝕖𝕤𝕡𝕖𝕒𝕣𝕖 & ℂ𝕠𝕞𝕡𝕒𝕟𝕪

Capítulo 10, página 220.

 Nos pasamos el día paseando otra vez. Vemos parte de un festival de cine dedicado a Danny Boyle y volvemos a dar una vuelta por el Sena. Le enseño a lanzar piedras; me cuesta creer que no supiera hacerlo. Empieza a llover, así que nos metemos a una librería que hay delante de Notre-Dame. El cartel verde y amarillo indica SHAKESPEARE & COMPANY. 

Llegué y lo primero que hice fue correr y brincar como niña en dulcería. Hablé con una chica coreana para que me tomara la foto y todo eso, ya saben. Cosas de turistas.

Es una librería pequeña, pero que tiene libros amontonados por todas partes y todos son en ingles (o al menos los que yo vi, no sé si tienen en otros idiomas, la verdad :v). Estuve tonteando un poco hasta que pregunté si tenían este libro. Estaba agotado, pero me compré una tote bag con un dibujo de la fachada ♥

Poder visitar los lugares por los que mis personajes favoritos vivieron su historia ha sido una de las mejores experiencias de la vida.

Quiero suponer que a estas alturas de la vida, muchos de ustedes saben lo que este libro significa para mí, pero si no, ahí les va:

Supongo que lo leí en el momento correcto de mi vida. Ha sido un libro al que recurro cuando siento que no puedo más (ya sea por mis tormentas o por las situaciones que me rodean).

Cuando siento que mi vida no funciona como debería, recurro a Un Beso en París y un centenar de sentimientos se despiertan.

Este libro ha sido mi compañero desde 2013 que lo leí por primera vez y lo sigue sigue siendo hoy en día. 

Cada vez que lo leo es como la primera vez, toda la magia sigue estando ahí.

Por esta historia decidí aprender francés y recurrí a él cuando creí que era mala en ello :v

Por este libro he llegado a París. Y obvio, fue conmigo.